¿Qué son los valores personales? Valores a tratar en nuestra Escuela

Como ya hemos dicho en más de una ocasión, el tema principal que vamos a abordar en esta Escuela de padres es la educación en valores. Pero, ¿Qué son? ¿A qué nos referimos cuando hablamos de ellos? Llamamos valores personales al conjunto de actuaciones, cualidades y atributos del ser humano que lo hacen distinguirse positiva o negativamente dentro de un grupo de personas, de una sociedad. Entre ellos, podemos encontrar: el respeto, la tolerancia…etc. Precisamente, son éstos los valores que vamos a tratar durante todo el curso en nuestra Escuela de padres, ya que creemos que son los más importantes y a su vez, los más necesarios en la educación de un hijo. Por este motivo, vamos a intentar proporcionar a los padres la mejor información posible acerca de ellos, así como los recursos y técnicas que se necesitan para que éstos, los aprendan o fomenten (según el caso) y sean capaces de transmitírselos a sus hijos. Por otro lado, con este “taller de valores”,  pretendemos que los padres mejoren en cierta medida las relaciones con sus hijos, e incluso con la gente en general.

EL RESPETO.


El respeto se nos presenta como un valor consistente en el reconocimiento de los intereses, valores, actitudes, comportamientos, sentimientos, etc., de uno mismo y de los demás; y es que, se suele decir que para respetar a los demás te tienes que respetar primero a tí mismo. En definitiva, podemos decir que el respeto es aceptar y comprender tal y como somos nosotros mismos y los demás.
Cuando se habla de respeto, se suele cometer un error. Generalmente, pensamos que el respeto es un valor aplicable entre personas, y nos olvidamos de todo aquello que nos rodea. ¿Acaso no merece respeto un animal, un vegetal, un río o un mar, nuestro pueblo o nuestra propia ciudad? Por supuesto, todos ellos forman parte de nuestra vida, de nuestra sociedad, y aunque no sean personas y no posean algunos sentimientos, debemos tratarles con respeto, para que así sigan desempeñando su función muchos años más. Por ejemplo, ¿qué pasaría si los vegetales desaparecieran? Pues que no podríamos respirar, y en consecuencia vivir. Al igual que hemos usado este ejemplo, podríamos haber empleado cualquier otro, y llegaríamos de la misma forma a la siguiente conclusión: respeta TODO lo que quieres, utilizas y necesitas.
Una vez que hemos hablado de todo lo que implica el respeto de una manera más extensa, podemos destacar, con más propiedad y más fundamento, una definición más completa: Respeto es la actitud y la acción del ser humano, de no dañarse a sí mismo, a sus semejantes ni a su entorno.
Como hemos visto, dentro del respeto podemos hacer una distinción:
- Respeto hacia uno mismo.
- Respeto hacia las demás personas.
- Respeto hacia nuestro entorno y medio ambiente.
Nosotros, en nuestra Escuela de padres, vamos a tratar el respeto desde estas 3 perspectivas, viendo sus implicaciones y la forma en la que podemos llegar a los 3 “tipos” de respeto. ¿Para qué hacemos esto? Para que los padres sean conscientes y así fomentar el respeto en aquellos  en los que no suela ser un hábito. De esta forma, los padres sabrán respetarse a ellos mismos, sabrán respetar a sus propios hijos y a las demás personas, a la vez que sabrán respetar al entorno que les rodea, para que así sus hijos puedan tomar ejemplo.

El respeto hacia uno mismo.
Podríamos decir que el respeto hacia uno mismo, hacia nuestra persona, es la base o el pilar sobre el que se asienta el propio respeto; si somos capaces de respetarnos a nosotros mismos, seremos capaces de respetarlo todo. Pero, llegado a este punto, nos surge una cuestión, ¿qué significa respetarse a uno mismo? Significa creer en tí, en tus posibilidades como ser humano, y ser fiel a tus principios y sentimientos. En definitiva, tener respeto hacia uno mismo significa tener autoestima; una valoración positiva de tí. Sin embargo, esto no es sencillo y menos en la sociedad en la que actualmente vivimos: estamos sumergidos dentro de una sociedad altamente dominante por las modas y por las opiniones de los demás, lo cual nos lleva a la mayoría de nosotros al cambio.

Actividad complementaria: Cuestionario sobre sí mismo, el cual lo podemos encontrar en el blog de Juanan Ruiz, señalado en webs interesantes como "cómo autorespetarse".

El objetivo de dicha actividad es que los padres reflexionen acerca de sí mismos para que se den cuenta si se respetan o no.

El respeto hacia los demás.
Respetar a las personas con las que compartimos la vida en sociedad, es tan importante como respetarse a sí mismo, y es que, para que la convivencia se desarrolle de la mejor forma posible, es necesario que nos respetemos los unos a los otros. Porque… ¿Qué pasaría si no nos respetáramos? Piensa por un momento en el tráfico de tu ciudad e imagina una situación en el que las señales de tráfico no fuesen respetadas. Seguramente, se formaría un gran caos con abundantes accidentes debido al choque de los vehículos. Pues bien, si extrapolamos ese ejemplo al resto de situaciones cotidianas, nos damos cuenta de que el respeto mutuo es imprescindible para que fluyan las relaciones entre personas. Y es que, los choques que se pueden producir entre los vehículos si no se respetan las normas de circulación son al fin y al cabo, los mismos que se pueden producir entre dos personas, eso sí, en este caso, en forma de peleas y disputas.

·         Hacia los mayores.
Antiguamente, en casi todas las sociedades, las personas mayores “merecían” el mayor respeto del mundo; las generaciones jóvenes los consideraban como sabios a través de los cuales aprendían valores, oficios, o simplemente, conocimientos. Sin embargo, hoy en día, dicha situación ha cambiado por completo. Pero, ¿por qué? ¿acaso las personas mayores ya no nos pueden aportar lo mismo que antaño? Lógicamente, sí, pero actualmente, y por desgracia, son muchas las personas que tachan a los ancianos de personas “inútiles” en el sentido de que no les pueden aportan nada, ni a ellos ni a la sociedad, perdiéndose así la oportunidad de enriquecerse y de aprender de ellos. Y es que, a todos ellos que piensan de esta forma, se les olvida el dicho popular que dice: “Cuando tú vas, yo he ido y he vuelto”. Con esto, quiero decir que hemos de concienciarnos y asumir de una vez por todas que las personas mayores, por su propia experiencia, son los más indicados para orientar y enseñarnos a nosotros, los jóvenes y que por tanto,  si tuviéramos que elegir un orden dentro de una escala, las personas mayores serían aquellas que más respeto merecen.
Por otro lado, hemos de recordar que muchos de ellos son los responsables de que la mayoría de nosotros estemos hoy en día aquí.
Actividad complementaria: Realización de una redacción por parte de los padres en la que hablen de una experiencia protagonizada por una persona mayor.
Con esta actividad, se pretende que los padres sean conscientes de la importancia de los mayores en nuestra sociedad, para que así se den cuenta de lo importante que es respetarlos.
·         Hacia las mujeres.
Al igual que hemos comenzado el apartado anterior, vamos a empezar éste; y es que, para hablar del respeto hacia las mujeres, hemos de remontarnos también al pasado. En la antigüedad, el hombre siempre se ha considerado superior a la mujer y con derecho a dominarla y coartarla. Pero, ¿es realmente el hombre superior a la mujer? ¿hay diferencias genéticas que así lo dictaminan? La respuesta es NO. De hecho, se han hecho diversos estudios sobre el tema y en ningún caso, se ha llegado a la conclusión de que el hombre sea superior o mejor que la mujer. Las únicas diferencias que puede haber son las que se pueden encontrar también entre dos hombres o entre dos mujeres, es decir, las diferencias que reflejan la diversidad humana, y no por el hecho de ser de un sexo u de otro. Por tanto, como todos somos iguales, merecemos el mismo respeto, tanto hombres como mujeres y por ello, debemos en esta sociedad moderna acabar con el patriarcado, el androcentrismo y el sexismo sufrido por las mujeres desde el pasado.
Por último, hemos de destacar, que en este intento por acabar con la dependencia de la mujer respecto del hombre, tenemos que luchar también, independientemente del sexo, para suprimir un aspecto realmente nefasto: la violencia de género. Para ello, siempre que esté en nuestra mano, debemos de apoyar, ayudar y colaborar en la medida de lo posible con aquellas plataformas destinadas a dicho fin.

Actividad complementaria: Lectura del fragmento "El dolor tiene cara de mujer" que lo podemos encontrar en webs interesantes con el título "el respeto hacia la mujer".
El objetivo de esta actividad es que los padres se conciencien en contra de la violencia machista.
·         Hacia las discapacidades.
Una persona con una discapacidad (física, visual, mental, etc.) es una persona completamente igual en cuanto a derechos que una que no la posea. Sin embargo, dicha discapacidad les impide a estas personas desarrollar una vida totalmente en igualdad con el resto de personas. Por ejemplo, si  una persona no puede ver, necesitará la ayuda de algo (bastón) o alguien (perro, etc.) y si una persona no puede mover las piernas, necesitará una silla de ruedas para desplazarse.
Un aspecto importante que tenemos que destacar en este apartado es el hecho de que estas personas no son así porque quieren, es decir, no llevan un perro que les guíe porque les gusta ni llevan una sillita de ruedas para no cansarse e incluso a veces, tampoco se comunican en otro lenguaje para que nadie les escuche, etc. Lo que quiero decir con esto es que estas personas SUFREN una discapacidad, es decir, tienen un problema que hace que su vida se desarrolle de diferente manera, de una manera más difícil.
Una vez dicho esto, ¿Cómo se respeta a las personas con discapacidad? Pues haciéndolas sentir como son, es decir, personas como tú y como yo. Un aspecto importante que debemos de tener en cuenta a la hora de tratar con ellos es no considerarles de “pobrecitos” que tienen esto u lo otro, sino como personas normales que necesitan de vez en cuando unas atenciones especiales. Además, nosotros como ciudadanos tenemos una responsabilidad: ayudarles siempre que se pueda para hacer de su vida algo más fácil. Pero, ¿Cómo podríamos hacerlo? Pues teniendo en cuenta lo mencionado antes y respetando los espacios habilitados exclusivamente para ellos.



Actividad complementaria: Comentario de las siguientes secuencias de imágenes a modo de debate que haga reflexionar. ¿Qué diferencias encuentras entre una foto y otra de cada par? ¿Piensas que estos niños merecen tales situaciones? ....Etc.
El fin de esta actividad es hacer ver que la discapacidad es algo que
ni nadie elige ni nadie merece, ni que tampoco es un capricho.

                      

                        




                           




El respeto hacia nuestro entorno y medio ambiente.
Respetar el entorno que nos rodea y todo lo que ello conlleva (resto de seres vivos, ciudades, ríos, mares, etc.) engloba el respeto hacia uno mismo y el respeto hacia los demás, ya que lo cuidamos para que tanto nosotros como los demás podamos seguir disfrutándolo. A continuación, vamos a citar algunas acciones a favor del respeto hacia nuestro entorno y medio ambiente:
- Respetar los seres vivos, tanto la flora como la fauna.
- Desarrollar acciones en contra del cambio climático: no usar sprays que debiliten la capa de ozono, menor utilización de “vehículos contaminantes”, etc.
- Reciclar todo aquello que no vamos a utilizar.
- Ahorrar agua.
- Etc.




Con todo esto, vamos a dar por concluidas nuestras explicaciones sobre el respeto,  pero antes, hemos de destacar un aspecto importantísimo en la consecución del mismo: la EMPATÍA, que consiste en situarte en el lugar de otros, es decir, en pensar las cosas tal y como la ven los demás. Y es que, si conseguimos ser empáticos, nos resultará fácil respetar ya que a nadie le gusta que le falten el respeto.

LA TOLERANCIA.
Podríamos definir la tolerancia como la aceptación de la diversidad de opinión, social, étnica, cultural y religiosa. Es la capacidad de saber escuchar y aceptar a los demás, valorando las distintas formas de entender y posicionarse en la vida, siempre que no atenten contra los derechos fundamentales de la persona...
La tolerancia si es entendida como respeto y consideración hacia la diferencia, como una disposición a admitir en los demás una manera de ser y de obrar distinta a la propia, o como una actitud de aceptación del legítimo pluralismo, es a todas luces una virtud de enorme importancia.
¿Cuándo se debe tolerar algo? La respuesta genérica es: siempre que, de no hacerlo, se estime que ha de ser peor el remedio que la enfermedad. Se debe permitir un mal cuando se piense que impedirlo provocará un mal mayor o impedirá un bien superior. Ahí entra en juego nuestro discernimiento. Defender una doctrina, una costumbre, un dogma, implica casi siempre no tolerar su incumplimiento. Con este concepto entendemos claramente que la verdad siempre surge desde la individualidad y que las verdades generalistas solo nos llevan a un camino de confusión.
De todas formas, hay dos evidencias claras: que hay que ejercer la tolerancia, y que no todo puede tolerarse. Compaginar ambas evidencias es un arduo problema.
Todos los análisis realizados por filósofos y estudiosos de la materia respecto a la tolerancia, aprecian la dificultad de precisar su núcleo esencial: los límites entre lo tolerable y lo intolerable. De nuevo, y como en casi todos nuestros acontecimientos diarios, debemos beber en la fuente de la sencillez, ella será la encargada de otorgarnos el discernimiento que nos de la inspiración para el obrar.
Hemos empezado hablando de la tolerancia como parte del “respeto a la diversidad”. Se trata de una actitud de consideración hacia la diferencia, de una disposición a admitir en los demás una manera de ser y de obrar distinta de la propia, de la aceptación del pluralismo. Ya no es permitir un mal sino aceptar puntos de vista diferentes y legítimos, ceder en un conflicto de intereses justos. Y como los conflictos y las violencias son la actualidad diaria, la tolerancia es un valor que es muy necesario y urgentemente que hay que promover.


Actividad complementaria: Test inicial que nos demuestre el grado de tolerancia "general" de los padres:

1) ¿Estás de acuerdo en que los países pobres sean ayudados con dinero de países ricos como España teniendo en cuenta la situación en la que nos encontramos?

a.       Si
b.      No

2) ¿Estás de acuerdo en que vengan inmigrantes a España en busca de trabajo?

a.       Si
b.      No

3) ¿Crees que hay que tratar por igual a homosexuales y heterosexuales?

a.       Si
b.      No

4)  ¿Estás de acuerdo con el matrimonio homosexual?

a.       Si
b.      No

5)  ¿Crees que los hijos de rumanos y gitanos pueden formarse y llegar a ser algo importante en nuestras vidas?

a.       Si
b.      No

6)  ¿Te gusta relacionarte con personas de otras etnias?

a.       Si
b.      No

7)  ¿Aceptarías a tu hijo si se declarase homosexual?

a.       Si
b.      No

8)  ¿Crees que la mujer debe tener los mismos privilegios que los hombres?

a.       Si
b.      No

9)  ¿Aceptas que otras personas convivan en nuestra sociedad pero conservando sus culturas?

a.       Si
b.      No

10) ¿Dejarías que tu hijo tuviera amigos homosexuales?

a.       Si
b.      No

Con los resultados que se obtengan en dicho test, se puede llegar a las siguientes conclusiones:

-De 1 a 4 ‘’SI’’: persona poco tolerante.
-De 5 a 7 ‘’SI’’: persona tolerante, con excepciones.
-De 8 a 10 ‘’SI’’: persona tolerante.

Tolerancia y sexualidad.

Actividad: Visualización de la película Billy Eliot:
Billy Eliot es una película que trata la historia de un niño que vive en el norte de Inglaterra que quiere ser bailarín, pero su padre se niega por considerarla una actividad femenina, y quiere que su hijo se dedique al boxeo, “una actividad de hombres”.

Tolerancia y multiculturalismo.

La tolerancia cultural, puede tener una definición sencilla, la de soportar diferencias culturales sin consecuencias graves, por ejemplo, de los habitantes de una comunidad culturalmente muy homogénea a la que emigran personas culturalmente diferentes: el llamado que la tolerancia cultural hace es el de soportar a los recién llegados, el no rechazarlos y mucho menos hacerlos objetos de discriminación y malos tratos.
Dentro de la esencia de la tolerancia cultural, se encuentra un elemento negativo que no es reconocido con facilidad: el desacuerdo entre dos o más personas, ya que,  para que exista tolerancia, primero debe existir un desacuerdo considerado lo suficientemente grave como para solicitar que las personas se toleren.
Es decir, la tolerancia, por necesidad lógica, debe reconocer desacuerdos mayúsculos; de lo contrario, no sería necesaria.
Este punto, que es claramente una necesidad lógica de la tolerancia, es muy pocas veces reconocido, pero debe hablarse de él abiertamente: si existe un llamado a la tolerancia es que también existe la aceptación de desacuerdos importantes, generalmente culturales, entre grupos de personas.

Es así que la tolerancia es un llamado a las actitudes de las personas para que desacuerdos culturales entre dos o más grupos no lleven a situaciones negativas, como discriminación y violencia.
Existe otro rasgo de la tolerancia y que tampoco es tratado abiertamente, se trata de las diferencias profundas entre personas. No pide en realidad hacer algo, sino más bien, la tolerancia pide la no acción ante esas diferencias de cultura.
La tolerancia, no va más allá de solicitar una situación de paciencia y calma pidiendo a la persona que resista con sosiego esas diferencias en otros, no pide aprobación del que es tolerado por parte del que tolera.
Simplemente pide una especie de reacción pasiva: la persona no debe perturbarse ante el otro, y si lo está, deberá ser impasible.
Por tanto, la tolerancia hacia el multiculturalismo, en pocas palabras, es una solicitud de convivencia de personas entre las que existen muy grandes diferencias culturales.

Tolerancia y etnia.


Es evidente que el mundo actual se caracteriza por una grave desigualdad en la distribución de la población y de los recursos. Las sociedades industriales se caracterizan por su creciente pluralismo étnico y cultural y por el agravamiento de la dualización económica y social. Estos hechos introducen importantes niveles de inestabilidad social. Los conflictos interétnicos y las manifestaciones de racismo y xenofobia son signos inquietantes en ese sentido. El reto de las ciencias sociales es ofrecer una respuesta a estos problemas. Se hace imprescindible la actuación de la sociedad a través de la educación como medio de transmisión de valores, en este caso de la tolerancia y el respeto hacia la diversidad. Ahora bien, es una contienda difícil el lograr una educación para la paz en nuestros jóvenes integral, sin la colaboración y la educación transversal que, desde los hogares, los padres transmiten, ya que los padres son la principal fuente de socialización de los hijos y principal fuente de modelado de conducta de los mismos.
Hoy en día, asistimos a una sociedad y a una escuela multicultural, donde una de las características de ésta es la presencia de niños de diferentes etnias y culturas. Esta diversidad cultural debe ser valorada como muestra de enriquecimiento y no como amenaza a la propia identidad cultural. Se desea una integración que no sea indicadora de una civilización universal sino de un mundo de diferentes civilizaciones, cada una de las cuales deberá aprender a coexistir con los demás. Ahora bien, una vez justificada la necesidad de la tolerancia en las sociedades multiculturales, se debe conocer los límites de la misma. No se puede tolerar todo indiscriminadamente. No puede haber tolerancia con los que atentan contra la dignidad humana, no se puede ser tolerantes con los intolerantes. El respeto a la dignidad de la persona y el reconocimiento de sus valores fundamentales, marcan el límite y, al mismo tiempo, el ámbito de realización de la tolerancia. La tolerancia actúa en pro de la libertad individual, pero es imprescindible tener conciencia de que la libertad de cada uno acaba donde empieza la libertad de los demás. La dignidad del ser humano y sus valores, individualmente considerados, merecen todo el respeto de la sociedad. Pero los valores de la sociedad, en la que el individuo se desarrolla son igualmente dignos de un respeto singular.

Tolerancia y género.
Históricamente, la diferencia entre el género humano ha sido marcada fuertemente, desde el inicio de la vida social, económica y política. Desde aquel entonces, la mujer no tenía derecho a ni a ser escuchada, ni a opinar, ni mucho menos a elegir su papel en la familia o  en la sociedad, pues existía una división de trabajo muy diferenciada; el hombre se dedicaba al trabajo y la mujer al cuidado de la casa y de la familia.
Esta forma de vida ha sido infundida a través de las diferentes generaciones, sin embargo poco a poco las mujeres han demostrado tener la suficiente capacidad de actuar en la vida social y económica, logrando excelentes resultados, derivados de la toma de decisiones en el sector político, en las entidades económicas  y en los importantes aportes en la ciencia y tecnología.
La equidad de género es la capacidad de ser equitativo, justo y correcto en el trato de mujeres y hombres según sus necesidades respectivas. La equidad de género se refiere a la justicia necesaria para  ofrecer el acceso y el control de recursos a mujeres y hombres por parte del gobierno, de las instituciones educativas y de la sociedad en su conjunto.


La equidad de género representa el respeto a nuestros derechos como seres humanos y la tolerancia de nuestras diferencias como mujeres y hombres, representa la igualdad de oportunidades en todos los sectores importantes y en cualquier ámbito, sea este social, cultural o político. Es en este último donde es necesario que la mujer haga valer su lugar, sus capacidades y sus conocimientos, su voto, su voz. En el terreno económico, es también de vital importancia lograr la equidad de género, ya que si a la mujer se le restringe el acceso al campo productivo, al campo laboral o al campo comercial, se genera pobreza. En el caso de mujeres estudiantes y trabajadoras, las madres solteras que son el pilar de la familia, ¿Qué pasa si no tienen una fuente generadora de ingresos? Se restringe la educación, el esparcimiento, la recreación, la salud y sobretodo la alimentación.
Actualmente la desigualdad de géneros es una problemática que los gobiernos y organismos nacionales e internacionales tratan de erradicar, pero si bien es cierto que se han tenido grandes avances en el tema, también es cierto que cada día surgen nuevos sectores donde la desigualdad de género, de etnia y de clase social obstaculizan el crecimiento económico y el desarrollo social y humano.





LA COMPRENSIÓN.





La comprensión es un proceso de creación mental por el que, partiendo de ciertos datos aportados por un emisor, el receptor crea una imagen del mensaje que se le quiere transmitir. Por ello, es necesario que se le dé significado a la información que recibimos.

El proceso de comprensión no es pasivo, ya que exige que el receptor esté atento a la información que se está transmitiendo. Dicho proceso consiste en aislar, identificar y unir de forma coherente la información recibida con la información que disponemos. El proceso de comprensión es el mismo en todos los casos, aunque variarán los medios y la información que tendremos que utilizar para llevarlo a cabo; lo que tenemos que realizar para comprender en cada una de las situaciones es la misma, la diferencia está en los medios y en la información que tendremos que manipular para poder llegar a hacerlo.

Cuando los padres observen que su hijo no les obedece, lo primero que hay que tener en cuenta es la edad del mismo, y observar si se encuentra en la etapa cognitiva de comprensión del lenguaje, que suele ser  a los tres años de edad. Por ello, antes de esta edad, los niños no suelen llevar a cabo las indicaciones de los adultos.

Además, para comprender, es muy importante saber escuchar en silencio. Antes de contradecir al niño se debe de escuchar, analizar y tratar de comprender lo que él quiere decir.. Cuando los padres se precipitan en responder o en contradecir al hijo, pueden cometer una injusticia o interpretar de modo incorrecto, y esto suscita la rebeldía del hijo. Debido a esto, se debe dejar que el niño hable y oiga pacientemente, y después es cuando se debe hablar, analizar, meditar y dialogar con él. 

Para conseguir que los niños hagan caso a sus padres, estos últimos deben de cumplir lo que prometen e inculcarles desde edades muy tempranas la rutina. Los pasos que deben de seguir  para establecer rutinas son:
 1. Crear una lista con las actividades y reglas más importantes: horarios de sueño, alimentación, baño, entre otras.
2. Negociar  las ocupaciones con los niños. Hay que comprender que las rutinas son un plan flexible y no unas normas rígidas.
3.  Acompañar  a los pequeños en las primeras semanas de rutinas; de esta manera, ellos sentirán seguridad.
4.  Entienda que la rutina es más importante que el llanto del pequeño. Cumpla el horario de los hábitos. De esta forma se crea la disciplina en el pequeño.
5.  Enséñele que existen los turnos.


Actividad complementaria: Cuestionario para iniciar en la comprensión:


·        ¿Se considera una persona comprensiva?

·        ¿Tenéis normas o reglas en casa? ¿Quién y cómo se han establecido las normas de la familia?

·        ¿Obedece su hijo a las indicaciones que ud. le hace? Si no fuera así, ¿por qué piensa que su hijo no le obedece?

·        ¿Piensa que la comprensión se consigue más fácilmente a través de gritos y órdenes directas al niño?

·        ¿Piensa que la rutina influye en cómo hacer que los niños comprendan?

El objetivo de esta actividad es que los padres reflexionen sobre la comprensión e interioricen los conocimientos mostrados anteriormente.




EL RAZONAMIENTO.



Una primera definición de este concepto es la que nos ofrece López Cano (1989), quien denomina razonamiento a un encadenamiento de juicios en el que uno de ellos es consecuencia de otros. Kurtz, Gentner y Gunn (1999) describe el razonamiento como un conjunto de procesos cognitivos a partir de los cuales las personas procesan información para luego generar inferencias aplicables de la fuente original, de tal forma que las expectativas que usan las personas al interpretar los hechos son resultado de su propio razonamiento. La inferencia es la conclusión que se deriva de este proceso central.
En general, las personas tienden a razonar basándose en experiencias previas y no haciendo uso de las reglas normativas de razonamiento.
Los tipos de razonamiento que podemos encontrar son:
- El razonamiento inductivo, que es el proceso por el cual generamos conclusiones generales a partir de datos específicos proporcionados por información u observación directa: Manzano y Pickering (1997). En el razonamiento inductivo, la lógica del razonamiento está implícita en la acción de inducir, es decir, en obtener la información al observar y relacionar datos específicos. La persona observa y/o recopila una serie de datos significativos, los combina y los interpreta de acuerdo con su experiencia previa, dando lugar a un concepto, modelo teórico, etc. Dicho razonamiento es útil para construir el propio conocimiento y para poder descubrir por sí mismo las cosas.
- El razonamiento deductivo, que es la vía directa para llegar a una conclusión, una vez que se tienen las premisas iniciales. Según Ausbel (1967), los niños tienen más posibilidades de olvidar aquello que no es significativo, y por ello, si el niño no construye para descubrir, tiene más posibilidades de olvidar lo aprendido. Es muy importante que los niños aprendan construyendo su propio conocimiento. Este razonamiento es también muy útil, y se utiliza en la aplicación de reglas generales a casos particulares.
- El razonamiento hipotético es una proposición asumida basada en el razonamiento y frecuentemente sujeta a evaluación para ser validada. Se debe de comenzar con un proceso de observación y posteriormente se formulan las hipótesis. Un ejemplo sería un experimento científico en el que existan unas hipótesis que los niños deben de afirmar o rebatir. El método científico debe de ser congruente con la edad y la etapa cognitiva del alumno. Este razonamiento fomenta la actitud crítica y organizada en el padre o en el niño.
- El razonamiento analítico se usa para explicar una situación o problemas nuevos en base a otra situación u otro problema ya conocido, que pertenezca a la experiencia de la persona a quien se lo explica.  Este tipo de conocimientos facilita la comprensión del mundo que les rodea, debido a que se usa la experiencia previa cuando se presentan nuevos elementos. Es muy útil ya que para explicar algo se parte de la experiencia de los niños.

Actividad complementaria 1: Cuestionario para iniciar en el razonamiento:

·        ¿Cree que se puede razonar con un niño en cualquier momento?

·        ¿Cómo razona con su hijo, solo a través de normas y reglas impuestas (porque sí) o a través de la reflexión?

·        El tipo de razonamiento que ud. utiliza con su hijo ¿Es el más adecuado después de comprobar los diferentes tipos de razonamiento que se pueden aplicar?

·        ¿Cree que las formas de razonamiento han cambiado a lo largo de los años?

·       ¿El razonamiento que usa con su hijo es el que sus padres usaron con usted?

El objetivo de esta actividad es que los padres reflexionen sobre el razonamiento que aplican con sus hijos  e interioricen los conocimientos mostrados anteriormente.

Actividad complementaria 2: Lectura del cuento "Dos duendes y dos deseos":
Hubo una vez, hace mucho, muchísimo tiempo, tanto que ni siquiera existían el día y la noche, y en la tierra sólo vivían criaturas mágicas y extrañas, dos pequeños duendes que soñaban con saltar tan alto, que pudieran llegar a atrapar las nubes.
Un día, la Gran Hada de los Cielos los descubrió saltando una y otra vez, en un juego inútil y divertido a la vez, tratando de atrapar unas ligeras nubes que pasaban a gran velocidad. Tanto le divirtió aquel juego, y tanto se rio, que decidió regalar un don mágico a cada uno.
- ¿Qué es lo que más desearías en la vida? Sólo una cosa, no puedo darte más - preguntó al que parecía más inquieto.
El duende, emocionado por hablar con una de las Grandes Hadas, y ansioso por recibir su deseo, respondió al momento.
- ¡Saltar! ¡Quiero saltar por encima de las montañas! ¡Por encima de las nubes y el viento, y más allá del sol!
- ¿Seguro? - dijo el hada - ¿No quieres ninguna otra cosa?
El duendecillo, impaciente, contó los años que había pasado soñando con aquel don, y aseguró que nada podría hacerle más feliz. El Hada, convencida, sopló sobre el duende y, al instante, éste saltó tan alto que en unos momentos atravesó las nubes, luego siguió hacia el sol, y finalmente dejaron de verlo camino de las estrellas.
El Hada, entonces, se dirigió al otro duende.
- ¿Y tú?, ¿qué es lo que más quieres?
El segundo duende, de aspecto algo más tranquilo que el primero, se quedó pensativo. Se rascó la barbilla, se estiró las orejas, miró al cielo, miró al suelo, volvió a mirar al cielo, se tapó los ojos, se acercó una mano a la oreja, volvió a mirar al suelo, puso un gesto triste, y finalmente respondió:
- Quiero poder atrapar cualquier cosa, sobre todo para sujetar a mi amigo. Se va a matar del golpe cuando caiga.
En ese momento, comenzaron a oír un ruido, como un gritito en la lejanía, que se fue acercando y acercando, sonando cada vez más alto, hasta que pudieron distinguir claramente la cara horrorizada del primer duende ante lo que iba a ser el tortazo más grande de la historia. Pero el hada sopló sobre el segundo duende, y éste pudo atraparlo y salvarle la vida.
Con el corazón casi fuera del pecho y los ojos llenos de lágrimas, el primer duende lamentó haber sido tan impulsivo, y abrazó a su buen amigo, quien por haber pensado un poco antes de pedir su propio deseo, se vio obligado a malgastarlo con él. Y agradecido por su generosidad, el duende saltarín se ofreció a intercambiar los dones, guardando para sí el inútil don de atrapar duendes, y cediendo a su compañero la habilidad de saltar sobre las nubes. Pero el segundo duende, que sabía cuánto deseaba su amigo aquel don, decidió que lo compartirían por turnos. Así, sucesivamente, uno saltaría y el otro tendría que atraparlo, y ambos serían igual de felices.
El hada, conmovida por el compañerismo y la amistad de los dos duendes, regaló a cada uno los más bellos objetos que decoraban sus cielos: el sol y la luna. Desde entonces, el duende que recibió el sol salta feliz cada mañana, luciendo ante el mundo su regalo. Y cuando tras todo un día cae a tierra, su amigo evita el golpe, y se prepara para dar su salto, en el que mostrará orgulloso la luz de la luna durante toda la noche.

El objetivo de esta actividad es que los padres se conciencien de lo importante que es razonar para así poderlo aplicar con sus hijos. Para conseguir este fin, les planteamos a los padres la resolución de las siguientes cuestiones referentes al texto:

·        ¿Qué valores cree que se tratan en el cuento?
·        ¿Cree que estos valores son transmitidos por las familias, la escuela o los grupos de iguales?
·        ¿Y por quién deberían de ser transmitidos?
·        ¿Crees que sus hijos tienen la capacidad de razonamiento del duende “responsable”? Si no lo sabe, póngale en casa dicha situación y pregúntele qué haría.


Una vez que hemos visto los valores de la comprensión y el razonamiento, hemos de aclarar lo siguiente:

Un consejo que deben tener en cuenta los padres a la hora de que sus hijos comprendan y razonen, es que no debemos transmitirle la información que queremos que interioricen cuando se encuentren en  momentos de gran emoción, ya que los niños no recordarán el mensaje que se les ha transmitido, sino le emoción que sentían en ese momento.  Es por ello por lo que se recomienda que si queremos que nuestros alumnos o nuestros hijos comprendan y razonen correctamente, debemos de asegurarnos de que en ese momento, no haya ningún contexto emocional que les pueda influir.


LA COMUNICACIÓN Y LA ASERTIVIDAD.

En este apartado, vamos a tratar de manera conjunta dos valores: la comunicación y la asertividad, ya que creemos que están íntimamente relacionados. De hecho, un valor implica otro, que es lo que vamos a ver a continuación. Para ello, antes que nada, vamos a analizar las definiciones de uno y otro valor:

- Comunicación: tradicionalmente se  define como "el intercambio de sentimientos, opiniones, o cualquier otro tipo de información mediante habla, escritura u otro tipo de señales".

- Asertividad: forma de expresión consciente, congruente, clara, directa y equilibrada, cuya finalidad es comunicar nuestras ideas y sentimientos o defender nuestros legítimos derechos sin la intención de herir o perjudicar, actuando desde un estado interior de autoconfianza, en lugar de la emocionalidad limitante típica de la ansiedad, la culpa o la rabia.

Como hemos podido observar en esta última definición, la asertividad, de una manera muy general, significa saber comunicar. A esto precisamente nos referimos anteriormente cuando dijimos que un valor implicaba otro. Teniendo en cuenta esto, vamos a hablar de la tipología de la comunicación:

Las personas nos expresamos de maneras muy diferentes, dependiendo de muchas circunstancias, pero seguramente la mayoría de estas formas de comunicarnos podrán clasificarse en uno de los tres siguientes tipos: comunicación agresiva, comunicación pasiva y comunicación asertiva.

-          Comunicación agresiva: Este estilo de comunicación se sitúa en un plano opuesto a la pasividad, y se caracteriza por la sobrevaloración de las opiniones y sentimientos personales, obviando o incluso despreciando los de los demás.

-          Comunicación pasiva: Es aquel estilo de comunicación propio de personas que evitan mostrar sus sentimientos o pensamientos por temor a ser rechazados o incomprendidos o a ofender a otras personas. Infravaloran sus propias opiniones y necesidades dando un valor superior a las de los demás.

-          Comunicación asertiva: Es aquel estilo de comunicación abierto a las opiniones ajenas, dándoles la misma importancia que a las propias. Parte del respeto hacia los demás y hacia uno mismo, planteando con seguridad y confianza lo que se quiere, aceptando que la postura de los demás no tiene por qué coincidir con la propia y evitando los conflictos de forma directa, abierta y honesta. Esta comunicación asertiva, además, la podríamos asociar al estilo educativo de los padres democráticos que ya vimos con anterioridad.


Una vez que hemos descrito las distintas formas en la que nos podemos comunicar, vamos a dar una serie de pautas para que la comunicación se desarrolle de la mejor forma posible en diferentes contextos, y a ser posible, de una manera asertiva:

¿Cómo expresar el enfado?
Cuando estamos enfadados por alguna situación, es importante saber expresarlo de manera constructiva. Entre otras maneras, seguro que la siguiente puede proporcionarnos buenos resultados:
PASOS
EJEMPLO
1
Decir lo que nos molesta
“Cuando me chillas”.
2
Decir como te sientes
“Me siento mal”.
3
Explicar cómo nos afecta la conducta molesta
“Porque me asusto y no puedo pensar para intentar comprenderte”.
4
Decir lo que queremos
“Prefiero que cuando te dirijas a mi me llames por mi nombre sin chillarme".
5
Decir cómo me haría sentir eso
“Porque eso me haría sentir bien, y podríamos intentar llegar a un acuerdo”.

¿Cómo enfrentarse y responder a las críticas?

Ésta es otra situación social que puede generar enfrentamiento y “malos” sentimientos. Los siguientes pasos pueden ayudar a enfrentar y responder de manera adecuada las críticas:

1- Escuchar la crítica que te hacen.

2- Pedir detalles que aclaren lo que hace referencia a la crítica.

3- Responder a la crítica:

- Si estás de acuerdo con todo o con parte, reconoce los aspectos con los que estás de acuerdo.

- Si estás en desacuerdo exprésalo, pero reconoce el derecho de la otra persona para tener y manifestar su opinión.


¿Cómo negarse a hacer algo que no deseas?
Las situaciones sociales en las que las personas nos sentimos presionadas para decir o hacer cosas con las que realmente no estamos de acuerdo, se presentan más a menudo de lo que parece, y es importante reconocer con rapidez estas situaciones para no vernos desbordados por ellas. Los siguientes pasos pueden darte pistas sobre cómo actuar en estos casos:

1- Asegúrate de comprender bien lo que se te está pidiendo decir o hacer.

2- Pedir tiempo para pensarlo. Si es un asunto grave quizá no se pueda decidir en ese momento, por lo que se puede postergar la contestación.

3- Si la petición no te agrada, se puede rechazar de forma clara y sencilla.

4- Dar una razón por la que nos negamos a decir o hacer lo que se nos pide: Es mejor evitar dar excusas.

-  Una razón es diferente de una excusa. Una razón es una explicación de por qué no hacemos lo que se nos pide y que si cambiase sí que lo haríamos, mientras que una excusa es una explicación que utilizamos para justificarnos, pero que no es verdadera razón por lo que, aun cuando cambiase, seguiríamos sin querer hacer lo que se nos pide.

-   No siempre es necesario dar razones. Si quien nos hace la petición es un amigo, darle nuestras razones para negarnos a hacer lo que nos pide, le permitirá comprender y aceptar nuestra postura. Cuando la petición viene de un extraño, no tenemos por qué dar explicaciones de nuestra postura, ya que puede utilizar esas explicaciones para intentar persuadirnos.


A continuación, para tratar el tema en clase con los padres, proponemos una película sobre la comunicación y la asertividad:


Doce hombres sin piedad (1957)

Director: Sidney Lumet.

Sinopsis: En un juicio, tras escuchar todas las pruebas y testimonios, un jurado popular compuesto por una docena de personas tiene que decidir, por unanimidad, si absuelve o condena a muerte a un joven acusado de asesinato.

Justificación: Durante toda la película, a lo largo de las diferentes conversaciones que mantienen los miembros del jurado, se pueden observar diferentes tipos de comportamiento, que van desde conductas pasivas hasta conductas agresivas, pasando por claros ejemplos de asertividad. La película muestra claramente la poca efectividad en una negociación de cualquier tipo tanto de una conducta pasiva y/o vacilante, que acaba cediendo ante las opiniones de los demás, como de una conducta agresiva, rígida y/o desafiante, que no se centra en los objetivos del discurso ni se esfuerza por comprender el punto de vista del otro, terminando por hacer perder el control a quien la ejerce. De este modo, se ensalza el comportamiento asertivo, aquel que muestra respeto por las demás opiniones pero sin ceder en sus propios planteamientos, demostrando que es el tipo de conducta a través de la cual al final se consiguen los objetivos.



Actividad complementaria: Transformación de frases que impliquen los diferentes tipos de comunicación. Para su realización, será necesaria la participación de los padres y sus hijos.

El objetivo de dicha actividad es saber cómo podemos transformar una frase comunicativa cualquiera no asertiva en una asertiva. Con ello, se pretende que tanto los padres como los  hijos mejoren su forma de comunicar.

Dicha actividad debe realizarse en los siguientes pasos:


1. El alumno y sus padres leen y discuten las características de la comunicación agresiva, asertiva y pasiva y después cada miembro de la familia debe identificar y escribir en el cuadro un ejemplo de una frase de comunicación agresiva. Luego se repite lo mismo con una frase pasiva. Deberán anotarse los sentimientos que produce en la persona que la recibe:


COMUNICACIÓN AGRESIVA

EJEMPLO PROPUESTO POR:
FRASE
SENTIMIENTOS DEL RECEPTOR
PADRE

MADRE

HIJO




COMUNICACIÓN PASIVA

EJEMPLO PROPUESTO POR:
FRASE
SENTIMIENTOS DEL RECEPTOR
PADRE

MADRE

HIJO




2. Ahora, vamos a pensar en formas mejores de comunicarnos. Para ello, vamos a transformar las frases agresivas y pasivas del ejercicio anterior en frases asertivas:

COMUNICACIÓN ASERTIVA

EN LUGAR DE
PROPONE
FRASE ASERTIVA
SENTIMIENTOS DEL RECEPTOR
AGRESIVA

PADRE PROPONE

PASIVA



AGRESIVA

MADRE PROPONE

PASIVA



AGRESIVA

HIJO PROPONE

PASIVA








EL CASTIGO. SABER CASTIGAR.
Puede que al leer este enunciado, se cree un conflicto, ya que el castigo, como tal, no está considerado como un valor personal. Sin embargo, nosotros consideramos muy importante su ejecución y por ello, lo hemos “reconstituido” a valor con el nombre de “saber castigar”.  
El castigo se considera como el último recurso para conseguir que algo se haga o deje de hacerse. Su uso desencadena en:

1. Ventajas:

- Funciona si es inmediato, después de que se cometa la falta.

- Puede ayudar a concienciar al niño sobre lo que ha hecho mal.

2. Inconvenientes:

 - Sólo funciona con el castigador presente.

-  Provoca agresividad y reacciones de inseguridad, angustia y
resentimiento en el castigado, ya que piensa que no se le quiere.


Como vemos, el castigo presenta diversos inconvenientes y por eso,
creemos que es muy importante que los padres sepan cómo castigar
de una manera correcta y no problemática para el niño.

Un aspecto importante que deben tener en cuenta siempre los padres es que, a la hora de castigar o incluso premiar por algo, tienen que estar de acuerdo ambos, tanto el padre como la madre; el niño debe observar seguridad y convencimiento en ellos.


A continuación, vamos a explicar algunas estrategias para que los padres puedan disminuir las conductas inadecuadas de sus hijos,  las cuales, las podemos considerar como formas de castigo:

  •  Retirar un refuerzo o premio: Se trata de quitarle al niño algo que sepamos que le agrada.
  • No atender a las conductas negativas: Esta técnica sólo la emplearemos cuando tengamos claro que el objetivo del niño es llamar la atención y al aplicarla no se producen conductas agresivas por parte del niño hacia sí mismo u otros.
  • La tarea reparadora: el niño deberá reparar un daño que él ha causado. Deberá ser de corta duración y habría que haber avisado al niño previamente de las consecuencias de sus actos. Posteriormente, se elegirá una tarea reparadora que sea útil en su aprendizaje.
  • Tiempo fuera: consiste en retirar al niño de la actividad que está realizando y llevarlo a un espacio en el que, en soledad, no disponga de ningún tipo de entretenimiento ni distracción, ni posibilidad de comunicación con otras personas. El tiempo de permanencia en este lugar será de aproximadamente  un minuto por año de edad y la aplicación será de forma inmediata al comportamiento indeseado.

A veces, una de las maneras que empleamos para “castigar” a los niños y que resulta inadecuada es chillarles. Por eso, hemos de plantear la siguiente pregunta:

¿Por qué tenemos que gritarles?

Así no solucionaremos nada; estaremos caminando en círculo, sin avanzar. Para aplicar un castigo, hay que oír al niño, pero no se debe aceptar excusas o promesas por su parte. El niño debe saber que no hay excusas ni explicaciones que justifiquen sus actos.

Antes de aplicar el castigo, el niño debe estar advertido y avisado de una forma firme y definitiva, y no hay que esperar que él emita toda la cadena de conductas inadecuadas para darle el castigo, sino debe hacerse al principio. El tipo y el modo de castigo pueden provocar fuertes respuestas emocionales en el niño castigado. Y hay que conciliar el castigo con reforzamiento de buenas conductas que harán que el niño
piense en cómo se debe comportar, y en lo que ha hecho para estar de castigo. Cuando el niño es mayor, hay que ayudarlo a desarrollar sus habilidades de autocontrol, utilizando el castigo dentro de un contexto de contrato de conducta. Por eso, hay que saber usar el castigo combinando técnicas positivas.


LA CONFIANZA

¿Qué es la confianza?

Es la opinión favorable en que una persona o grupo será capaz y deseará actuar de manera adecuada en una determinada situación acorde a sus pensamientos. Ésta se verá más o menos reforzada en función de las acciones, los actos previos y las posibles pruebas halladas.

Actividad complementaria: Juegos que promuevan la confianza entre padres e hijos, y cuestionario final sobre estos aspectos.

EQUILIBRIO: 

1.DEFINICIÓN

Se trata de que, por parejas, en este caso se formarán cada padre con su hijo, y tratarán que se consiga alcanzar el punto de equilibrio, y hacer movimientos cooperando.

2. OBJETIVOS

Favorecer la confianza en uno mismo y en otra persona (hijo/padre).

3. DESARROLLO

Las personas participantes se reparten por parejas. Dentro de cada pareja los integrantes se ponen frente a frente, dándose las manos, juntando los pies y uniendo las punteras. A partir de esta posición y sin despegar los pies del suelo, cada integrante va dejándose caer hacia atrás con el cuerpo completamente recto. Así hasta llegar a estirar completamente los brazos y conseguir el punto de equilibrio dentro de la pareja.

Una vez alcanzado el equilibro se pueden intentar hacer movimientos cooperando y sin doblar los brazos: uno de las integrantes de la pareja dobla las piernas mientras la otra la sostiene, las dos bajan, y así sucesivamente para averiguar hasta que punto tienen ambos su confianza.


CUIDADO:

1. DEFINICIÓN.

Se trata de que, con la colaboración de todo el grupo, el padre o el hijo (y después al revés), intente con ayuda de su pareja, moverse “entre obstáculos”. El hecho de poner comillas lo veremos después.

2. OBJETIVO

 Favorecer la confianza en el grupo y en la pareja (hijo/padre).

3. DESARROLLO

Se hace un circuito con una serie de objetos por medio. Existirá un voluntario que recorrerá el circuito con los ojos abiertos y más tarde volverá a recorrerlo, pero esta vez, con los ojos vendados. Sin que él se entere, quitamos los objetos del suelo y los compañeros o el propio padre/hijo le dirigen simulando que aún están los objetos, para así averiguar la confianza que tiene sobre éstas personas.


Una vez realizados los dos juegos, y como ya hemos mencionado antes, el docente les administrará tanto a padres como a hijos un cuestionario, a modo de evaluación sobre los mismos:

¿Qué te han parecido los juegos realizados?

¿Ha habido confianza con tu compañero/a?

¿Has dudado en algún momento de tu compañero/a mientras realizabas la prueba?

¿Qué has sentido realizando estos juegos?

1 comentario:

  1. UN TRABAJO GENIAL , COMO MADRE MA HA AYUDADO A REFLEXIONAR SOBRE DETERMINADS ACCTITUDES Y SITUACIONES.

    MUCHAS GRACIAS

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